En Jamones Tartessos nos adentramos en una de las etapas más importantes de la crianza del cerdo: la montanera. Los cerdos ibéricos de crianza pueden desplazarse en libertad en nuestras dehesas, alimentándose de bellotas, hierbas de otoño-invierno y rastrojos de cereales.
Cuando llega el mes de octubre, finaliza la fase de la pre-montanera y comienza la montanera. Se trata de la última parte de la crianza del cerdo ibérico, que tiene lugar antes de que sean llevados al matadero. Durante este período, se deja al cerdo alimentarse de bellotas y campar por las dehesas, lo que permite que puedan engordar de forma natural.
En el período de la pre-montanera, los cerdos han aumentado su peso notablemente, desde los 60 a los 90 o hasta 120 kilos, por lo que ya cuentan con un peso suficiente para poder desplazarse por las dehesas de manera libre, en medio de numerosos alcornoques y encinas, de modo que ya estén completamente preparados para su sacrificio.
En este artículo te mostraremos qué es la premontanera y en qué se diferencia de la montanera, una de las etapas más típicas de la crianza del cerdo y que más tarde nos permitirá disfrutar de un alimento natural y bien alimentado.
¿Qué es la pre-montanera?
La fase de la pre-montanera dura desde el mes de julio hasta inicios del otoño. Durante estos meses, el alimento principal de los cerdos suele ser la castaña. Los alimentos naturales que consumen los cerdos tienen una fuerte influencia en las propiedades de su carne y su sabor, por lo que es muy importante que el ganado porcino pueda alimentarse de recursos naturales.
En la fase de pre-montanera, los cerdos comen principalmente castañas, que será el mejor acompañamiento antes de que las bellotas pasen a convertirse en su alimento principal. Cuando se produce la caída de la bellota, entonces los cerdos entran ya en la fase de montanera.
La armonización y heterogeneidad de los alimentos naturales tiene también una gran influencia en la calidad del jamón ibérico, por lo que esta fase es muy importante. Las características de cada dehesa, sus árboles y sus frutos marcan la diferencia cuando se trata de cerdos de crianza.
El anillado de los cerdos
Durante la etapa de la Pre-Montanera, en Tartessos llevamos a cabo el anillado de los cochinos. Se trata de una costumbre muy antigua, que permite evitar que los cerdos hagan agujeros en la dehesa o levantar el terreno, lo que ayuda a prevenir que se estropeen las hierbas.
Gracias al anillado, el cochino puede estar más enfocado en su alimentación. El anillado se coloca en el borde superior del hocico y ayuda a evitar que el cerdo dedique tiempo a buscar lombrices o buscar rastrojeras que le impidan ganar peso. El anillado de los cochinos es también una forma de proporcionar mayor seguridad al animal, ya que así no se enredará en matorrales y correrá menos riesgos de hacerse daño.
Los cerdos sin anillar también podrían buscar los llamados “cardos de la liga”, un tipo de raíces con tubérculos que puedan afectar al estómago y pulmones del animal y que podrían generarle la muerte por indigestión a las pocas horas. El anillado ayuda así a prevenir este riesgo.
Hace mucho tiempo, la costumbre del anillado de los cerdos se llevaba a cabo con alambres. Pero este método no es el más adecuado, ya que el alambre se oxida y puede producir enfermedades en el cerdo, además de que tenían poca duración. Actualmente en Tartessos llevamos a cabo el anillado del cerdo con acero o cobre, pues aunque tiene un precio más elevado, encaja con nuestra filosofía de cuidado del bienestar animal.
El anillado del cochino se coloca en la trompa y va desde un orificio nasal hasta el otro y tienen una gran durabilidad.
Llega la montanera en Tartessos
En Jamones Tartessos ya estamos entrando en la fase de la montanera, por lo que los cerdos ibéricos podrán alimentarse del fruto de las encinas que se encuentran en nuestras dehesas.
En Jamones Tartessos tenemos nuestras dehesas en El Andévalo Onubense, en la Sierra de Aracena, los Picos de Aroche y la provincia de Badajoz. Dehesas donde existe una gran extensión de hectáreas donde tiene lugar el nacimiento, la crianza y engorde del cerdo ibérico, con instalaciones en Fuencubierta, El Ángel, Dehesa Abajo, Los Llanes, El Bosque, Los Tascos, Las Llanaditas y La Relvita.
Mapa de las dehesas de El Bosque, Los Llanos, Dehesa Abajo y El Ángel, en la provincia de Badajoz.
Mapa de las dehesas de Fuentecubierta, Los Tascos, Las Llanaditas y La Relvita, en el Andévalo Onubense
La explotación de las dehesas en Sierra de Aracena, Picos de Aroche y Andévalo Onubense nos facilitan contribuir a la crianza y engorde de nuestros cerdos. Nuestro ganado porcino se alimenta de recursos naturales y pueden disfrutar de la mejor bellota durante esta temporada de montanera.
Siempre comprometidos con la calidad y el bienestar animal, en Jamones Tartessos contribuimos a que puedas disfrutar del sabor auténtico de nuestros jamones ibéricos, uno de los productos con más tradición en nuestro país y que puedes comprar en nuestra tienda online.
